martes, 21 de junio de 2011

Mycoplasma haemofelis (Hemobartonella felis)


Los organismos parásitos sobreviven al infectar a un huésped y utilizan este para crecer, por lo general a expensas de este. Los parásitos se encuentran protegidos de los cambios bruscos de temperatura y la humedad del mundo exterior cuando viven dentro del cuerpo, rico y cálido, de su hospedador. 
Los parásitos a los que nos referimos en este artículo se tratan de unas "bacterias" especiales que se adhieren a las membranas de los glóbulos rojos del hospedador. El hospedador permanece en buen estado hasta que su sistema inmune los reconoce y entonces comienza a destruir las células rojas  en un intento por eliminarlos y provocando por lo tanto anemia. 

Esa bacteria especial ha sido conocida desde siempre como Hemobartonella felis pero ha sido reclasificada y ahora se conoce como Mycoplasma haemofelis

A esta enfermedad se la conoce comúnmente como la "anemia infeciosa felina", el agente causal es técnicamente una bacteria pero forman parte del grupo de los micoplasmas.   Los micoplasmas son diferentes de otras bacterias, ya que no tienen una pared celular que los rodee y por tanto están menos protegidos. Otra particularidad es que no pueden ser cultivados de la forma habitual ya que requieren células vivas para crecer. 

La Hemobartonella felis fue descubierto por primera vez en África en el año 1942 pero no fue reconocido como un micoplasma que hasta hace poco, gracias a la secuenciación de sus genes. Tras décadas con la anterior nomenclatura pasará tiempo hasta que se consiga que el mundo veterinario las nombre con su nombre actual. Para complicar más las cosas, la secuenciación genética ha revelado una segunda especie, que anteriormente se consideraba una variante. Ésta especie, que es más pequeña, ha sido denominado Mycoplasma  haemominutum y no parece causar una anemia tan grave como la M. haemofelis , sin embargo, cuando se combina con el virus de la Leucemia Felina, el organismo crece y suele provocar enfermedades mieloproliferativas en el huésped.
El M. haemofelis potencia la capacidad del virus para provocar tumores.

El término "anemia infecciosa felina" se considera u  término inexacto ya que hay muchos organismos infecciosos que pueden causar una anemia (falta de glóbulos rojos); por esta razón la enfermedad en sí misma ha sido rebautizada como "Micoplasmosis Hemotropica felina", que literalmente significa una infección de la sangre de los gatos con micoplasmas.

Los gatos se infectan a través de la picadura de una pulga infectada. Los micoplasmas (sin pared celular) se sitúan en los bordes de los glóbulos rojos,  el sistema inmunológico del gato finalmente detecta proteínas extrañas en las células rojas de la sangre y comienza a crear anticuerpos. Estos anticuerpos se unen al micoplasma, y esta unión hace de marcador para los glóbulos rojos infectados para su posterior destrucción y eliminación.

Los glóbulos rojos marcados para su eliminación se destruyen en el bazo. Y en principio allí se eliminan los micoplasmas, incluso sin un marcador de anticuerpos, sin embargo, los glóbulos rojos parasitados son relativamente frágiles y pueden romperse en el bazo. 
El hierro de los glóbulos rojos destruidos se recoge y se recicla para producir nuevos glóbulos rojos. El problema es que si los glóbulos rojos parásitados son muchos habrá una destrucción importante y el gato se volverá anémico en consecuencia.

Síntomas
El gato enfermo infectado está:
  • pálido (a veces incluso de color amarillo por la ictericia) y débil. Los gatos con anemia a menudo comen tierra o arena, en un intento de consumir hierro. 
  • La fiebre puede estar presente. 
  • Los análisis de sangre iniciales muestran no sólo la pérdida de glóbulos rojos, sino además una actividad de la médula osea (la fuente de nuevas células rojas de la sangre) importante, lo que significa que el cuerpo del gato sabe que está perdiendo glóbulos rojos y está tratando de hacer más, lo más rápido posible. Hablamos pues de una Anemia Regenerativa.
  • Los gatos con infección concurrente virus de la leucemia felina tienden a tener anemias más graves ya que el virus no permite a la médula ósea responder.
Cuando un gato se infecta, puede pasar hasta un mes antes de que el número de parásitos sea el suficiente para que el animal demuestre la enfermedad, esto hace que la mortalidad sea mayor durante el mes siguiente a esta etapa inicial de "incubación". 
Si el gato se recupera, se convierte en un portador permanente y hay que saber que el estrés puede reactivar la infección.

¿Cómo se Diagnóstica?
La confirmación del diagnóstico ha sido siempre un tema problemático prácticamente desde el descubrimiento del organismo. 
Debido a que no tienen pared celular, el Mycoplasma haemofelis no se puede cultivar lo que significa que uno no puede aislarlo haciendo un hemocultivo.

La forma más sencilla aunque la especifidad y la sensibilidad son bajas, es hacer un frotis sanguíneo y buscar en los glóbulos rojos los parásitos. Es de baja especificidad y sensibilidad porque no verlos no descarta la enfermedad y no siempre es sencillo encontrarlos. Por desgracia, el ciclo del "parásito" dura horas de tal manera que el número de células infectadas pueden cambiar de un 90% a 1% en cuestión de 3 horas. Esto hace que sea muy fácil pasar por alto las células infectadas, incluso en un gato infectado gravemente.
Se pueden observar los parásitos en dos glóbulos rojos (marcados con flechas)
Tinción Diff Quick desidratada con alcoholes 100x
Afortunadamente, la tecnología de la PCR ha hecho que el diagnóstico sea más fácil. A menos que los organismos se vean realmente en un frotis, la prueba PCR es el tipo de prueba de elección. La PCR utiliza una técnica que amplifica cantidades muy pequeñas de ADN, como el ADN del parásito, lo que permite la detección de cantidades muy pequeñas. A través de este tipo de prueba, se ha descubierto que hasta un 10% de los gatos sanos son portadores de este organismo y que la prueba se realiza mejor cuando el gato no está bajo los efectos de los antibióticos. Pruebas de PCR es capaz de determinar no sólo si el gato está albergando organismos micoplasma sino que además nos determina la especie.

Factores de Riesgo
Los gatos corren mayor riesgo son aquellos que deambulan por fuera sobre todo en primavera y el verano (obviamente, estos gatos tienen el mayor riesgo para la infestación por pulgas). 
Los gatos que estadísticamente tienen más probabilidades gatos machos menores de 4-6 años, que viven fuera y suelen participar en peleas y con un historial incompleto de vacunación y desparasitación externa.

La infección con el virus de la leucemia felina es también un factor predisponente, seguramente puede ser debido a que este virus es inmune-supresor y permite la proliferación del organismo cosa que no sería posible en huéspedes normales, o tal vez un gato infectado suele visitar al veterinario frecuentemente lo cual produce estrés y ello conlleva que se desarrolle la enfermedad. Para empeorar las cosas, la presencia de los micoplasmas parece aumentar la capacidad del virus de la leucemia felina para crear ciertos tipos de cáncer de médula ósea.

Un sistema inmunitario anormal no es en absoluto una necesidad en la infección, los gatos normales están infectados también. 
La infección por virus de la inmunodeficiencia felina no aumenta la gravedad de la infección por micoplasma.

Vías de transmisión
Parásitos hematófagos (es decir que se alimentan de sangre) como las pulgas, garrapatas, piojos y mosquitos son los principales candidatos a la propagación del organismo. Esto hace que el control de pulgas sea de suma importancia en la protección. Afortunadamente, existen numerosos productos seguros y eficaces para prevenir la infestación por pulgas. 

Los gatos pueden contagiarse por una transfusión de sangre, pero las tranfusiones de sangre en gatos son raras y en el caso de existir bancos de sangre están debidamente testados

Los madres infectadas parecen ser capaces de infectar a sus gatitos, aunque no está del todo claro si esto ocurre (antes de nacer, a través de la leche, o por el contacto oral). 

La transmisión oral a través de las heridas por mordedura se cree que es posible pero no está confirmada.

Tratamiento
Si la infección por micoplasma hemotropico se sospecha, se debe iniciar el tratamiento y afortunadamente el tratamiento es mucho más sencillo que el diágnostico. Todas las infecciones por micoplasma son susceptibles al uso de las tetraciclinas . En los gatos, el derivado de Doxiciclina tiende a ser más fácil de dosificar y más efectiva.

La clase de antibióticos quinolonas (enrofloxacina , etc) también son eficaces contra micoplasmas hemotropicos. 

Se necesitan tres semanas después de que se necesitan medicamentos para suprimir adecuadamente el organismo.

Eliminar el micoplasma es sólo una parte de la terapia, es importante controlar el sistema inmune del hospedador para así detener la autodestrucción de los glóbulos rojos. Para ello suelen utilizarse corticoides aunque su uso sigue siendo controvertido.
Gatos muy enfermos probablemente requieren transfusiones de sangre para pasar por el peso de la infección. 

Y por supuesto proporcionar tratamiento de sostén, son animales que no quieren comer ni beber, por lo que su ingreso hospitalario es necesario al menos las primeras 48h.

Pronóstico
Afortunadamente, el pronóstico es bueno si el diagnóstico se hace a tiempo ya que los gatos por lo general responden bien y rápidamente al tratamiento.

Los gatos portadores no suelen tratarse y siempre y cuando las pulgas se controlen, un gato portador no es contagioso.

Y los perros...?
Existe un organismo llamado anteriormente Hemobartonella canis (ahora rebautizado como Mycoplasma haemocanis). En general no se considera un problema, excepto en los perros que han perdido el bazo, esto provocará que este individuo no pueda eliminar eficazmente los glóbulos rojos infectados. 
Gracias a la secuenciación de genes se cree que esta especie canina, sea en realidad la felina que se adapata a vivir en un perro. La sangre de los perros infectados, sin embargo, no infecta a los gatos. 
En este momento no está claro cuál es la relación entre estos dos micoplasmas, pero parece que los gatos no pueden infectar a los perros y los perros no pueden infectar a los gatos. 


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